Informe de consenso de 2019 de la ADA sobre el tratamiento dietético para adultos diabéticos
Presentado por:
Alison B. Evert, MD
UW Neighborhood Clinics, UW Medicine, University of Washington, Seattle, WA, USA Janice MacLeod, MA, RDN, CDE
Companion Medical, San Diego, CA, USA William S. Yancy, Jr., MD, MHS
Duke University, Durham, NC, USA W. Timothy Garvey, MD
University of Alabama, Birmingham, AL, USA Ka Hei Karen Lau, MS, RD, LDN, CDE
Joslin Diabetes Center, Boston, MA, USA Christopher D. Gardner, PhD
Stanford Prevention Research Center, Stanford, CA, USA Kelly M. Rawlings, MS
Vida Health, San Francisco, CA, USA
Desde la declaración de postura de la Asociación Norteamericana de la Diabetes (ADA) sobre la alimentación de 2014 se ha avanzado mucho en la mejora de las recomendaciones dietéticas para la prevención y el control de la diabetes.
Actualmente existen indicios sólidos que respaldan tanto la eficacia como la rentabilidad del tratamiento dietético como parte de la atención diabetológica de calidad, incluida su integración en el control médico de la enfermedad.
Es importante que todos los miembros del equipo asistencial conozcan y fomenten las bondades del tratamiento dietético y los mensajes primordiales referentes a la alimentación.
Se recomienda que todos los adultos con diabetes o prediabetes reciban asesoramiento dietético con el fin de mejorar o mantener los objetivos glucémicos, alcanzar los objetivos de control de peso y mejorar los factores de riesgo cardiovascular dentro de los objetivos de tratamiento individualizados.
Este informe de consenso pretende dotar a los profesionales sanitarios con una guía fundamentada para la personalización del tratamiento dietético de los adultos con diabetes o prediabetes.
Estos médicos e investigadores revisaron el informe de consenso de 2019 de la ADA sobre el tratamiento dietético para adultos con diabetes o prediabetes. Esta reciente actualización pretende ofrecer a los profesionales sanitarios una guía fundamentada sobre cómo personalizar el tratamiento dietético de los adultos con diabetes o prediabetes.
Actualmente, indicios sólidos respaldan tanto la eficacia como la rentabilidad del tratamiento dietético como parte clave de la atención integral de las personas diabéticas. Este aspecto cobra cada vez más importancia, ya que resulta evidente que aplicar el mismo plan de alimentación para todos («talla única») no es adecuado para prevenir ni para controlar la diabetes, teniendo en cuenta también los diversos orígenes culturales, las preferencias personales, las enfermedades concomitantes y el contexto socioeconómico. La ADA insiste ahora en que el tratamiento médico dietético (TMD) es fundamental para controlar la diabetes de manera óptima, y el nuevo informe también incluye información sobre la prediabetes.
Como se ha destacado, las intervenciones educativas son importantes para alcanzar los objetivos del tratamiento dietético, es decir, promover hábitos alimenticios saludables, un tamaño de la ración apropiado y abordar las necesidades nutricionales individuales, al tiempo que se mantiene el placer por la comida y se aportan herramientas prácticas para planificar las comidas. El TMD, al menos en los EE. UU., hace referencia a la aplicación fundamentada de la atención dietética por parte de un especialista en nutrición titulado.
Una de las recomendaciones clave estriba en asignar a los adultos con diabetes de tipo I o de tipo II un TMD personalizado y centrado en la diabetes en el momento del diagnóstico y, si es necesario, de por vida, especialmente en las etapas en que se produce una variación en el estado de salud para lograr los objetivos del tratamiento.
El plan de TMD también debe estar coordinado y alineado con la estrategia general de manejo de la enfermedad, incluido el uso de fármacos, la actividad física, etc., de manera continua. Además, a las personas con prediabetes y sobrepeso u obesidad se les debe asignar un tratamiento higiénico-dietético intensivo con componentes personalizados para fijar metas según cada caso, como el Diabetes Prevention Program (DPP; Programa de prevención de la diabetes) o el TMD individualizado.
Otra recomendación importante es derivar a los adultos diabéticos a servicios integrales de educación y apoyo para el autocontrol de la diabetes (DSMES, por su sigla en inglés) de acuerdo con los estándares nacionales.
Los hábitos alimenticios están compuestos por combinaciones de diferentes alimentos o grupos de alimentos que representan la totalidad de los alimentos y bebidas consumidos.
Son distintos a los planes de alimentación, que se pueden considerar guías que los individuos usan para planificar qué, cuándo y cuánto comer cada día.
Las nuevas recomendaciones de consenso contemplan toda una serie de hábitos alimenticios aceptables para controlar la diabetes.
En ausencia de otras pruebas claras sobre los beneficios comparativos de los diferentes hábitos alimenticios en individuos concretos, los médicos deben centrarse en los factores clave comunes entre los hábitos, como el énfasis en las verduras sin almidón, la minimización de los azúcares añadidos y de los cereales refinados, y la preferencia por los alimentos integrales en lugar de los altamente procesados.
En las personas diabéticas, casi todos los indicios observados tras la reducción de la ingesta total de carbohidratos señalan una mejora de la glucemia y tal reducción es aplicable en una variedad de hábitos alimenticios.
En algunos adultos con diabetes de tipo II que no cumplan los objetivos glucémicos o cuando sea prioritario reducir los antihiperglucemiantes, también se puede considerar viable la reducción de la ingesta total de carbohidratos, con un plan de alimentación basado en un contenido bajo o muy bajo de este tipo de nutrientes.
Dos son al menos las recomendaciones clave que han variado respecto a los consejos de la declaración de consenso precedente.
La primera es que una dieta baja en carbohidratos se reconoce ahora como una opción segura, viable e importante para el paciente diabético; y la otra es que ahora se pone mayor énfasis en la pérdida de peso en caso de sobrepeso u obesidad con el fin de prevenir la diabetes y como parte de su tratamiento.
El nuevo informe afirma que es preciso promover hábitos alimenticios saludables, insistiendo en una variedad de alimentos con gran valor nutritivo y en raciones de tamaño apropiado, con objeto de mejorar la salud general y las concentraciones de HbA1c, la presión arterial y el colesterol, si bien los objetivos se pueden individualizar según las características propias de cada paciente.
Se debe animar a los pacientes a alcanzar y mantener los objetivos de peso para retrasar o prevenir las complicaciones de la diabetes.
De hecho, en la diabetes de tipo II, se aconseja un adelgazamiento del 5 % para lograr beneficios clínicos, aunque el objetivo sería del 15 %, cuando sea factible y seguro, con el fin de lograr resultados óptimos.
En determinados diabéticos de tipo II es preciso considerar un plan general de alimentación saludable con aporte hipocalórico, además de medicamentos adelgazantes o cirugía metabólica para ayudar a lograr la pérdida de peso y mantener los objetivos, disminuir la HbA1c y reducir el riesgo cardiovascular.
Junto con el tratamiento higiénico-dietético, cabe considerar el adelgazamiento con medicamentos en las personas en riesgo de padecer diabetes de tipo II cuando sea necesario para lograr y mantener una pérdida de peso del 7-10 %.
En el caso de la prediabetes, el objetivo es del 7-10 % para prevenir la evolución a la diabetes de tipo II.
En el caso de los macronutrientes, las pruebas de que se disponen indican que no existe un porcentaje ideal de calorías procedentes de los carbohidratos, de las proteínas y de las grasas para todas las personas diabéticas o en riesgo de sufrir diabetes; por lo tanto, la distribución de los macronutrientes debe basarse en una evaluación personalizada de los hábitos alimenticios, las preferencias y los objetivos metabólicos actuales.
Al asesorar a las personas con diabetes, una estrategia clave para lograr los objetivos glucémicos debe incluir la evaluación de la ingesta actual de alimentos seguida de un asesoramiento personalizado sobre la ingesta autocontrolada de carbohidratos para optimizar cuándo y qué comer, y para utilizar como referencia en las recomendaciones de medicación y de actividad física.
Conviene instar a las personas diabéticas y a las que están en riesgo de sufrirla a consumir al menos la cantidad de fibra vegetal recomendada para la población en general; el aumento de la ingesta de fibra, preferentemente a través de los alimentos (verduras, legumbres (judías, guisantes y lentejas), frutas y cereales integrales inalterados) o a través de complementos alimenticios, puede ayudar a reducir modestamente la HbA1c.
También se presentaron varias recomendaciones con respecto a la dosis de insulina:
En las personas con diabetes de tipo I, el tratamiento intensivo con insulina con recuento de los carbohidratos puede traducirse en una mejora de la glucemia y está recomendado.
En los adultos que se administran dosis fijas diarias de insulina, la ingesta sistemática de carbohidratos en cuanto a horario y cantidad, teniendo en cuenta el momento de acción de la insulina, puede traducirse en una mejora de la glucemia y en una reducción del riesgo de hipoglucemia.
Cuando la comida contenga carbohidratos y sea rica en grasas o en proteínas, no hay que basar la dosis de insulina únicamente en el recuento de los carbohidratos.
Se aconseja ser cauto a la hora de aumentar las dosis de insulina durante las comidas; la decisión debe basarse en un sistema de monitorización continua de la glucosa o en la automonitorización de la glucemia.
A la vista de la ingesta excesiva de bebidas azucaradas que predomina en nuestra sociedad, se formularon dos recomendaciones sobre el tema.
En primer lugar, las bebidas azucaradas deberían sustituirse por agua siempre que sea posible.
Y segundo, si se toman sustitutos del azúcar para reducir la ingesta total de calorías y de carbohidratos, se aconseja que no se compensen ingiriendo más calorías procedentes de otros alimentos.
En cuanto al alcohol, se recomienda que los adultos con diabetes o prediabetes que beban lo hagan con moderación (una bebida diaria o menos para las mujeres adultas y dos o menos para los hombres adultos).
Además, se aconseja impartir formación a las personas diabéticas sobre los signos, los síntomas y el autocontrol de la hipoglucemia retardada después de beber alcohol, especialmente cuando se usa insulina o secretagogos de esta.
Se debe hacer hincapié en la importancia de la vigilancia de la glucemia después del consumo de bebidas alcohólicas a fin de reducir el riesgo de hipoglucemia.
La puesta en práctica
Cuando se diagnostique la prediabetes o la diabetes, lo más conveniente sería elaborar un plan de alimentación personalizado en consenso con el interesado y con un especialista en nutrición titulado que englobe formación para el autocontrol de la diabetes.
Las recomendaciones del tratamiento dietético deben adaptarse a menudo a las circunstancias vitales, las preferencias y el curso de la enfermedad del paciente. También es fundamental que un especialista en diabetes realice un seguimiento regular a fin de adaptar otros aspectos del plan de tratamiento según se precise.
Evert AB, Dennison M, Gardner CD, et al. Nutrition Therapy for Adults With Diabetes or Prediabetes: A Consensus Report. Diabetes Care. 2019 May;42(5):731-54.
Present disclosure: A.B. Evert: None. J. MacLeod: WellDoc, Inc. W.S. Yancy: None. W. Garvey: American Medical Association, Amgen Inc., BOYDSense, Gilead Sciences, Inc., Novo Nordisk Inc., Sanofi US, Merck & Co., Inc., Novo Nordisk Inc., Pfizer Inc. K.H.K. Lau: None. C.D. Gardner: None. K.M. Rawlings: Vida Health, Hope Warshaw Associates, LLC.
Jose C. Florez, MD, PhD
Presidente, Comité de Planificación de las Sesiones Científicas de la ADA
Las 79.ª Sesiones Científicas de la Asociación Norteamericana de la Diabetes (ADA) se celebraron en San Francisco, California, del 7 al 11 de junio de 2019. Al encuentro asistieron más de 15 000 profesionales de 115 países … [ Leer más ]
Presentado por: Kimberly L. Drews, MD, PhD; Lorraine E. Levy Katz, MD; Petter Bjornstad, MD; Neil H. White, MD; Jeanie B. Tryggestad, MD; Ruth S. Weinstock, MD, PhD; for the TODAY2 Study Group
Presentado por: Gilles R. Dagenais, MD; Rafael Diaz, MD; Matthew C. Riddle, MD; Hertzel C. Gerstein, MD, MSc; Helen Colhoun, MD; Jeffrey L. Probstfield, MD; Hertzel C. Gerstein, MD, MSc
Presentado por: Vanita R. Aroda, MD; Richard E. Pratley, MD; Stephen C. Bain, MA, MD, FRCP; Mansoor Husain, MD, FRCPC; John B. Buse, MD, PhD; Vivian Fonseca, MD
Presentado por: Alison B. Evert, MD; Janice MacLeod, MA, RDN, CDE; William S. Yancy, Jr., MD, MHS; W. Timothy Garvey, MD; Ka Hei Karen Lau, MS, RD, LDN, CDE; Christopher D. Gardner, PhD; Kelly M. Rawlings, MS